Nací en Guadix (Granada) en 1962.
Tuve mi primera cámara a los 13 años. No recuerdo el modelo pero era una compacta bastante deteriorada que encontré tirada en la calle. Dentro tenía un chasis vacío, hermético y metálico. La limpié como pude y la guardé.
Al poco tiempo, trabajando los veranos en un estudio fotográfico, pude introducir, no sin dificultad, un trozo de película en blanco y negro dentro del chasis desconchado. Hice y revelé mis primeras fotografías con 15 años.
Soy maestro jubilado y mi relación con la fotografía siempre ha estado ligada a las excursiones y visitas escolares, los reportajes familiares y las salidas con los amigos. No había más pretensión que la de disfrutar registrando la memoria de nuestras actividades cotidianas.
Pero el archivo va aumentando y, al analizar el catálogo de miles de fotografías almacenadas, un día descubres, que al mismo tiempo que disfrutabas de una salida al campo o una visita cultural con las amistades, hacías algunas fotografías más personales, sin tema aparente pero capturando algún aspecto que, por alguna razón, por intuición tal vez, te había llamado la atención.
Así he descubierto, con el paso de los años, que me gustan los paisajes naturales y urbanos, que me llaman especialmente la atención algunas formaciones nubosas, que disparo de vez en cuando al cénit del interior del lugar en el que me encuentro, que me maravilla la Vía Láctea y que interrogo los espacios deteriorados por el tiempo del mismo modo que diálogo con las luces, los reflejos o con la geometría que se dibuja en los espacios cotidianos.